TALLER 6: LAS RAZONES QUE NOS MUEVEN Y DAN SENTIDO A NUESTRA VIDA. CCP Santiago Villamayor. Pésalo, (Italia) 21-23 septiembre 2024

Taller Encuentro europeo Comunidades Cristianas de base.

1. Presentaciones y escucha. Presentación de los asistentes y del taller. Escucha, contempla la imagen. Toda la realidad es un tierno abrazo. Nos aprieta el amor, somos fruto y actores de una creatividad incesante en la naturaleza y la sociedad 

2. Nuestras causas y esperanzas. Durante muchos años hemos escuchado la Palabra de Dios con absoluta credibilidad y su inspiración ha alimentado en nosotros el gran proyecto del Reino de Dios personificado en Jesús de Nazaret. Era la Teología de la Liberación. Con ella nos pusimos del lado de los pobres, con el mundo obrero, con los países más vulnerables, buscamos la paz y el desarme, el ecologismo y el feminismo. Y sobre todo la participación política. Y en nuestra fragilidad rezábamos con el salmo 122: “Levanto mis ojos a los montes… de dónde me vendrá el auxilio… el auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra…”. 

EJERCICIO PRÁCTICO  ¿En qué causas has puesto tu vida y donde fundabas tu esperanza? ¿Qué significa para ti el término “Señor que hizo el cielo y la tierra”?

3. El tránsito postreligional y posteísta. Hemos cambiado 

En los últimos 15 o 20 años un terremoto ha sacudido nuestra espiritualidad: la narrativa bíblica tan absoluta y literal, entendida como “Palabra de Dios” es puesta en cuestión. Dios parece ausente o haber cambiado de nombre y la religión ha cedido ante la mirada laica y la autonomía moral. La secularización de la fe nos ha llevado a un nuevo paradigma. El respeto a la ciencia, el abandono del dualismo, una nueva manera de entender el conocimiento y la realidad nos han provocado un cambio en la “ropa interior del alma”, en el marco conceptual de nuestra mente.

 Nunca hemos sabido gran cosa sobre sobre las preguntas últimas, pero la confianza suplía la falta de conocimiento. Una confianza absoluta derivada de la revelación por parte de un Ser de bondad infinita y providente. Pero hoy, para algunos, ese fundamento se ha resquebrajado. La confianza se queda huérfana y necesitamos nuevas “razones” de esperanza. O ¿es el bienestar lo que nos tranquiliza, aunque la situación del mundo nos inquiete? 

Parábola de nuestro tempo 

Entró en el templo un piadoso fariseo a justificarse, se sentó a la derecha de Dios y, muy reconfortado, allí se quedó. La pecadora, que venía detrás, se quedó fuera, a la izquierda de Dios, con dolores de indignación y de parto. No era mujer de Señor. 

Y llegaron las lluvias y el templo se desmoronó. Sobre sus ruinas creció la hierba, brotaron los lirios del campo y los almendros se pusieron en flor. 

Ni el buen fariseo ni la rebelde pecadora supieron donde Dios se quedó, pero los dos percibieron que había algo mejor. 

DIÁLOGO 

¿Otra cosa mejor sustituye el símbolo “Dios”? ¿De dónde nos viene hoy el auxilio? ¿Sigues rezando el Credo? ¿Dónde pones entonces tu confianza, cuales son hoy las razones o motivos de tus causas? ¿El auxilio nos viene del Señor o acaso nos viene de la misma realidad, de esa cualidad profunda de lo real, su creatividad incesante a pesar del sufrimiento y la muerte? 

4. El pozo de las esperanzas.

¿De dónde sacar agua cuando el amor se seca? “Cree en ti –dice la Presencia– con tu luz y tu sombra. Confía en el mundo con sus contradicciones. Déjate alumbrar por la llama universal que arde en todo. Bebe agua de tu propio pozo. José Arregi, presentación del encuentro ¿Realmente hay algo mejor que un templo, un Theos, una eclesía? 

UNA LECTURA RÁPIDA 

 La esperanza nace de dentro, es frágil y se funda paradójicamente en la incertidumbre. Cuando hay seguridad no hay esperanza. Brota en pequeñas dosis para no convertirse en ilusión. Es creación, un maravilloso circulo virtuoso amor-esperanza. No tenemos razones concluyentes para amar a fondo perdido, las crea el mismo amor atraído por su esperanza. Esperanza sin certezas y amor sin condiciones. 

UN MOTIVO RADICAL DE ESPERANZA 

 La creatividad del ser.

 Siempre se ha considerado que la realidad o el ser era motivo de confianza por si mismo. Incluso que el mundo iba a mejor. Y eso a pesar de las apariencias contrarias en muchos casos o momentos. Estaba en la base la afirmación del Génesis de que vio Dios que todo era bueno. Pero en los últimos años las explicaciones científicas y sociales hablan más bien de evolución creadora y meliorativa, de confianza en la misma realidad. A pesar de la entropía o tendencia a la degradación. En el modelo teísta recordamos a Teilhard de Chardin para quien la complejidad y la consciencia crecientes nos llevarían al punto Omega o divinización en Cristo. En el ámbito social, las utopías socialistas y el materialismo histórico han sostenido la liberación sociopolítica y en la ciencia muchas teorías resaltan la capacidad de la realidad de hacerse y rehacerse a sí misma. Tal es la investigación de Stuart Kauffman. La “creatividad incesante” de la realidad sería el nuevo nombre de Dios y el fundamento de la esperanza, de la comprensión de nuestra existencia. También de la creación de una ética global y de una narrativa universal de sentido. Nos devolvería una nueva espiritualidad y sentido de lo sagrado. 

MÁS MOTIVOS DE ESPERANZA 

Las sabidurías evangélicas 

 Su escucha nos sitúa en otra orbita, en un ámbito de donación que construye esperanzas. Nadie queda impasible ante las parábolas, los gestos y sentencias de Jesús de Nazaret y de personas como él. Lo esencial en la contemplación y recuerdo de Jesús es esa inspiración que se suscita en nosotros. Inmensa irradiación de amor desbordante, (amaos “como Dios nos ama”), del perdón de siete veces siete, de la humildad publicana, en suma la hiperbólica llamada del Sermón del Monte. Situados allí la esperanza viene de suyo. 

La fuerza de los nobles sentimientos 

El gozo de la compasión, la alegría de vivir, el agradecimiento, el perdón… son experiencias fuertemente dinamizadoras El sincero “propósito de la enmienda” derivado del relato o Misterio de la salvación, es hoy traducido en sentimientos del misterio del amor. No hay suficientes razones para amar a fondo perdido. Pero las crea el amor “Qué bien de mal lo estoy pasando” decía un saetero sevillano entre lágrimas de complacencia y compasión durante la procesión del crucificado. Un sentimiento fuerte de identificación con el sufriente. 

El conocimiento y su poética

Hasta hace bien poco la fe y la razón o ciencia estaban como el perro y el gato. Ambas defendían posiciones dogmáticas. Pretendían las dos hablar de todo, afirmando y negado con rotundidad. En la perspectiva posreligional el enfrentamiento se diluye. La relación es pues de complementariedad y limitación de sus funciones. Fiarse de la ciencia y creer a partir de ella. La historia sagrada, al margen de la ciencia, se amplía en la Gran Historia de la creación evolutiva. Ni confrontación ni sincretismo, sino mutua confianza 

El cielo estrellado de la bondad. (Kant) 

La buena voluntad es la fuente de nuestra moralidad. Querer ser buenos. Y esa bondad es la base de nuestra confianza. Todo irá bien si todos obramos de acuerdo con lo que toda la humanidad tendría por bueno. Por eso es incondicional, porque es universal, es bueno para todos. Pero esa moralidad se vuelve intransigente o rigorista si no se combina con el amor y la libertad. Ama y haz lo que quieras (S. Agustín). Si todos amamos todos confiamos en la bondad de los otros. La honestidad generalizada es una razón de confianza. Bajo el cielo estrellado la honestidad resulta atractiva, no solo se hacen las cosa por deber sino porque gustan. Captar la belleza de la bondad es el camino a la buena voluntad 

 La autoconciencia 

“Toda verdad y toda belleza proceden del interior” (S. Agustín). Las razones nacen del dentro emocional. De la meditación, la oración o el encuentro consigo mismo. Pero la conciencia de sí, sola, sin conciencia del mundo y de los otros lleva al solipsismo, a la ilusión o el culto al ego. La autoestima va emparejada con la estima de todos los seres. 

Las otras personas esperanzadas 

El contagio de otros esperanzados. Su presencia y activismo nos estimula a seguir, a dejarnos coger por su conducta y entusiasmo. A seguir construyendo la Internacional de la esperanza. 

5. Y yo ¿dónde estoy? 

Grado de acuerdo: 5 completamente de acuerdo. 4 De acuerdo con matices. 3 Dudo. 2 Bastante en desacuerdo. 1 Completamente en desacuerdo Valora de 1-5 

El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra (Salmo 120) 

Mirad los pájaros del cielo… no siembran ni siegan y sin embargo vuestro Padre celestial los alimentan Solo Dios basta (Sta. Teresa) 

La incesante creatividad en la naturaleza es suficiente dios para mí (Stuart A. Kauffman) 

La confianza no puede apoyarse en una revelación particular sino en el mejor conocimiento posible 

Una razonable expresión simbólica es más completa que una ley científica 

Se puede conciliar la ciencia con la teología oficial del cristianismo 

Se puede considerar la creatividad incesante en la naturaleza como otro nombre de lo innombrable (Stuart A. Kauffman) 

“Adora y confía… Recuerda: cuanto te deprima e inquiete es falso. 

Te lo aseguro en el nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dios (Teilhard de Chardin) 

Quien a Dios tiene nada le falta (Sta. Teresa) 

Ante Dios y con Dios, vivimos sin Dios (Bonhoeffer) 

El cristiano del futuro debe ser alguien que piensa y actúa como a-teísta (no como teísta) (R. Lenaers) 

El teísmo como forma de definir a Dios ha muerto (J.S. Spong) 

Bienaventurados los ateos porque encontrarán a Dios (María López Vigil) 

Si Jesús es Dios solo a modo simbólico, vana es nuestra esperanza 

Primero fue la Teología de la Redención, luego la teología de la liberación y ahora la liberación de la teología 

Nuestra teología no es revelación de Dios, sino nuestro propio trabajo constructivo. Por lo tanto, no tenemos ninguna exigencia de autoridad especial para ninguna teología (Gordon D. Kaufman, pastor menonita) 

La verdad es corazón, es decir co-razón o consenso, razón común, comunicación racional y sentiente (Ortiz Osés, adaptación) 

El descanso en Dios... es un sentimiento de íntima seguridad, de liberación de todo lo que la acción entraña de doloroso, de obligación y de responsabilidad (Edith Stein) 

La nota primera y más importante que ha de caracterizar a la espiritualidad del futuro es la relación personal e inmediata con Dios (K. Rahner) 

Ninguna afirmación sobre lo que Jesús dijo o no dijo, pensó o no pensó, puede hacerse con seguridad (John Hick) 

La fe o la sabiduría evangélica no tiene valor si Jesús no ha resucitado (S. Pablo)

 COMENTA dos o tres de los ítems más significativos para ti. 

DIÁLOGO 

ENCUESTA FINAL 

¿Cómo he venido? ¿Qué he encontrado? ¿Con qué me voy? 

Fin del taller, muchas gracias. 

Pésalo, 21-23 septiembre 2024 

TALLER 6: Las razones que nos mueven y dan sentido a nuestra vida 

7 POST-TALLER Deberes para casa 

1. Construyamos la Internacional de la esperanza 

En muchos lugares del mundo nuevas voces nos hablan de la dignidad incondicional de todo ser humano, de valores similares a los que representó la causa de Jesús. Esa gran ola en la que remamos muchos náufragos, sin saber del todo a donde vamos y por qué, es como la primera piedra sobre la que Jesús hoy constituiría la iglesia, su convocatoria universal. 

Pero quizás ya ha concluido el tiempo de hacer nuestra Iglesia, de definir nuestro Dios, de defender nuestra Salvación. Es hora de construir una convención mundial por la justicia, una ciudad para todos en la que cada persona y grupo acierte a articular el deber cívico con el desbordamiento del amor que suscita la creencia particular. Somos comunidades humanas de esperanza, en nuestro caso según Jesús. 

No un organismo político internacional, ni una religión de religiones sino, con una expresión muy gráfica, una Internacional de la esperanza. Es allí donde se sitúa la iglesia, las iglesias, las utopías humanistas y todas aquellas actuaciones, símbolos y metáforas que pueden contribuir a elevar la búsqueda del conocimiento y la bondad. Porque el ámbito propio de la trascendencia es la esperanza. 

Podemos ejercer de espeleólogos: ahondar en la bondad “subyacente” expresada en las tradiciones éticas y religiosas, sus utopías y grandes textos, encontrar la consolación en la filosofía o la serenidad con la meditación, entrar en la intersubjetividad doliente, acercarse al que sufre y juntos intentar una nueva vida que, compartida, será más una canción que un valle de lágrimas. 

Estas personas, espeleólogas de la esperanza, llevan en sus venas la savia cósmica de la creatividad y se desviven en los movimientos alternativos, en las instituciones y en las oenegés. Forman una Internacional donde se juegan la vida y la salud con los refugiados, las epidemias, contra la violencia de género, las agresiones al medio ambiente, por la defensa de los derechos humanos, contra las guerras, en las instituciones de buen gobierno, en las largas noches de negociación por un acuerdo de paz o unas condiciones dignas de trabajo. 

Los próximos retos de este nuevo cristianismo tendrán que ser la motivación y el vigor de la esperanza en la sociedad civil. Propiciar las funciones simbólicas y formativas que hoy por hoy la sociedad civil no acaba de darse para elevar su moralidad. Animar a esa ética de la gratuidad que complementa la legalidad y la reciprocidad democrática. Vigorizar la esperanza: no es lo mismo moverse por certezas cerradas que por metáforas; lo primero da pie a pautas de entrega fuertes pero con orejeras; lo segundo responde a la gratuidad de la libertad. 

Será labor de estos grupos de esperanza llamar al optimismo radical del ser, fomentar significados, desenmascarar el lenguaje monolítico de las religiones y denunciar los reavivamientos ilusorios y fundamentalistas. Pues tan difícil es para un religioso dejar de remitirse a un mundo sobrenatural como al materialista abrirse a los significados no inmediatos. 

 2. No te olvides de la sabiduría de Jesús de Nazaret 

 La historia de Jesús es escasa en datos y está contada de un modo judío muy particular como ocurre con cualquier narración que se ajusta a quien la cuenta. De ahí que se preste a muchas interpretaciones. Y la que aquí interesa es la interpretación desde la mejor razón, antiguamente llamada Espíritu Santo. Esa síntesis de conocimiento crítico, inteligencia del amor, sentido de la realidad y apertura al mundo simbólico

La “sabiduría” de Jesús rompe el modelo de religión y de verdad revelada entendida como superior a la buena y bella razón. Sabiduría es espiritualidad, mentalidad, modo de vida, sentimientos inteligentes, humanitarismo, talante de amor, diálogo, intencionalidad fundante, estancia en la bondad y belleza… una constelación de experiencias interiores, prácticas y encuentros que llevan a la persona a una órbita de vida más esmerada, abierta y serena. Cada uno sabe cuál es su yo mejor 

Lo que interpretamos en el modo de vida de Jesús es pues una sabiduría muy universal y muy particular a la vez. Un radical humano vivido extraordinariamente. Intuimos un modo de ser, una moralidad nueva tan bella como todo lo sublime inalcanzable. Sea o no una verdad histórica el relato irrumpió en la historia como una revolución de la moralidad humana, un salto cualitativo o singularidad en la manera de enfocar la vida. En términos de la teoría de sistemas, lo que se cuenta de esta persona es una emergencia que desborda el modo antiguo de establecer las relaciones humanas. Los símbolos del “amor a los enemigos”, “poner la otra mejilla”, “curar en sábado” lo indican muy gráficamente. 

Las actitudes, sentimientos y gestos del relato de Jesús saltan a la vista y al corazón de un modo muy directo. No necesitan una sobre consideración híper sagrada. Eso mismo ya es sagrado, valiosísimo. Su misma cualidad profunda nos cautiva sin necesidad de supeditarla a un añadido de divinidad allí. Eso sería instrumentalizar la realidad natural, algo similar a lo que hace el cuco que encuba sus polluelos con madre y nido ajenos. . 

Y ya termino y resumo. El trasfondo evangélico, el radical humano que expresa, la niña a no tirar en este revoltijo postcristiano, no es pues que Jesús sea un Dios cuya muerte y sacrificio infinito nos redime de un pecado por lo mismo infinito, sino esa sabiduría del amor tanto más desinteresado cuanto más pobre es lo amado. Ese núcleo se puede enunciar también así: “Bienaventurados los que se ponen al lado de los perdidos, que eso es lo sobrenatural”. Aunque no lo parezca, o rechine por ser una locura para el ascenso social y el pragmatismo y un escándalo para quienes exaltan la Cruz de la Salvación. Quien empieza por los pobres empieza con buen pie, o sea, con buen Dios.

Nuestras Causas y Esperanzas. Santi Villamayor

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